Retrospectiva cine Eslovaco
• Desde el 16 hasta el 22 de noviembre, 15 títulos de la cinematografía eslovaca y seis cortos de animación formarán parte de la programación de MUCES, que este año tendrá a Eslovaquia como país invitado, con películas que abarcan desde cintas de los años 20 y destacadas obras del cine eslovaco a partir de la década de los 60 y hasta los 90 que marcan etapas fundamentales de su cinematografía
• Además, significativos filmes de las nuevas generaciones también dentro de “Lo nunca visto” y “Cine documental”, los mejores cortos de animación para adultos de los maestros eslovacos por antonomasia y una legendaria película para el público infantil
• La nueva cinematografía eslovaca y el realismo social en dos de sus filmes actuales más destacados serán también protagonistas de la conferencia que impartirá la doctora en Cinematografía, escritora e investigadora Katarína Mišíková
• En el ámbito musical, un concierto inaugural a través de siete instrumentos de aire pertenecientes al mundo mágico del folclore eslovaco (entre ellos la fujara, patrimonio inmaterial de la Humanidad) a cargo del músico Robert Faltus; y un concierto simultáneo a la proyección de una de las primeras películas eslovacas de la Historia –el film mudo Jánošík (1921) de Jaroslav Siakeľ– a cargo del Trío Mandrágora (violín, viola, chelo e instrumentos tradicionales), dirigido por el propio Faltus, que interpretará la banda sonora original especialmente compuesta para la ocasión e inspirada en melodías populares eslovacas
• En el plano artístico, una exposición sobre “La cinematografía eslovaca en imágenes”, con más de una veintena de carteles que suponen un recorrido por la historia del cine eslovaco; y en cuanto a la gastronomía y el cine, un duelo de vinos blancos eslovacos y segovianos y degustación de productos
Eslovaquia, un país de apenas cinco millones de habitantes donde conviven hasta once minorías –especialmente húngaros, gitanos y checos, que hacen oír su voz a través de 30 periódicos y programas propios en la radio y televisión pública– y donde la cultura se promueve a través de cuatro teatros estatales, nueve museos y numerosas instituciones civiles –además de asociaciones, grupos folclóricos y centros regionales que difunden su rica tradición–, será el país invitado de la 11ª edición de MUCES. Un país que, por primera vez desde su integración en la UE en 2004, preside su Consejo, y cuya cinematografía ha tenido etapas muy marcadas a lo largo del siglo XX, con un modesto auge después de la Segunda Guerra Mundial que desembocó en la llamada “industria de cine eslovaca”.
Con epítomes de la cultura como Andy Warhol –sus padres nacieron en Miková, en el este de Eslovaquia, un pueblo próximo a Medzilaborce, donde el destacado precursor del Arte Pop cuenta con un museo enteramente dedicado a él–, el ilustrador Albín Brunovský, el pintor Koloman Sokol o los cantantes de ópera Peter Dvorský y Edita Grúberová, Eslovaquia, cuyos bosques, montañas, castillos medievales o la propia ciudad de Bratislava han aparecido en numerosas películas (desde los años 20 con Nosferatu el vampiro o la premiada en Venecia en 1934 La tierra canta, hasta los 60, con la oscarizada y primera producción checo-eslovaca de la Historia La tienda de la calle Mayor o cintas como El Pacificador, El león en invierno y La última legión, entre tantas otras), posee una cultura característica, no sólo considerando su situación geográfica y los acontecimientos históricos que la definen, sino la fuerte influencia del checo –la división de la República Checa y la creación de un estado eslovaco independiente no se produjo hasta 1993–, la carencia de una identidad política propia dentro del Imperio Austrohúngaro o el tardío reconocimiento del eslovaco como lengua oficial. Hechos que han influido en la evolución de su cinematografía y en los temas que actualmente aborda. Por eso MUCES, gracias a la colaboración de la Embajada de Eslovaquia en España, ha pretendido reunir en su programación un compendio de lo que significa el cine eslovaco, tanto en el pasado como en la actualidad, con el fin de que los espectadores tengan las pautas para profundizar en él.
Eslovaquia en la Sección Oficial: dos cintas en su carrera hacia los Oscar
En la Sección Oficial de MUCES, los espectadores se podrán encontrar con dos óperas primas de ficción seleccionadas para representar a su país en la carrera por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa –pasada edición y próxima– realizadas por dos documentalistas que han cosechado numerosos premios. Koza, de Ivan Ostrochovský, estrenada en la Berlinale el pasado año, un documental que acabó desembocando en el ámbito de la ficción, con elementos formales de ambos géneros que se han vinculado de forma espectacular. Basada en la historia del boxeador romaní Peter Balá, que, después de competir en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, cayó en el olvido, está interpretada por Ján Franek, quien ganó una medalla en 1980 en los Juegos Olímpicos de Moscú, y cuya situación es igual de crítica que la de Peter. Y es que lo que trasluce este film es el privilegio de vivir en una situación de bienestar mayor que la de nuestros antepasados y la necesidad de apreciarla, puesto que en cualquier instante las cosas podrían ser diferentes. Eva Nová, de Marko Škop (Premio FIPRESCI en el Festival de Toronto, entre otros diez) es una película minimalista con una impresionante puesta en escena que aborda el envejecimiento de una actriz famosa –interpretada por la dama del cine y el teatro eslovacos, Emília Vášáryová– que intenta recuperarse de su alcoholismo y que hace todo lo posible para reconciliarse con su hijo. Un retrato psicológico que se convierte en drama social revelador de las diferencias entre Europa del Este y del Oeste. Precisamente, tras una de las proyecciones de esta película (lunes 21 a las 13h. en la UVa), la doctora en Cinematografía, escritora e investigadora Katarína Mišíková reflexionará en la conferencia “Mi visión sobre dos vías del realismo social en las películas Koza y Eva Nová” sobre la tendencia al drama social en el cine eslovaco de los últimos años, fundamentado en los problemas que acechan a la sociedad de este país: el racismo, la relación entre mayoría y minoría, las relaciones familiares, la pobreza o los cambios en los valores éticos paralelos a la transformación de la economía mundial.
Una retrospectiva del cine eslovaco y otras sorpresas históricas y musicales
El largometraje Jánošík (1921) de Jaroslav Siakeľ fue una de las primeras películas creadas por un director y con un argumento eslovacos. Es el histórico film mudo que los espectadores podrán disfrutar el domingo 20 a las 20.30h. en San Quirce con un concierto simultáneo a cargo del Trío Mandrágora (violín, viola, chelo e instrumentos tradicionales), que interpretará la banda sonora original especialmente compuesta para la ocasión –e inspirada en melodías populares eslovacas– por el director y compositor eslovaco Robert Faltus. Faltus protagonizará, asimismo, la inauguración de la Muestra el miércoles 16 con el concierto en La Alhóndiga “Instrumentos de cine”, en la que el músico hará conocer al público siete instrumentos de aire pertenecientes al mundo mágico del folclore eslovaco: píštala koncovka, píštalka šestdierdová, drumbǐa, okarína, harmonika, violoncelo y fujara, una especie de flauta de 2 metros de longitud reconocida como patrimonio inmaterial de la Humanidad. Melodías y sonidos que evocan las montañas eslovacas y los cantos tradicionales.
La selección de películas que ha realizado MUCES para la retrospectiva del país invitado comienza en los años 60 del siglo XX, cuando la producción eslovaca mantuvo una identidad propia, aunque la checa y la eslovaca se estudiaban de forma conjunta en la Escuela de Cine de Praga (FAMU) y la interacción creativa fue la norma. Una mágica década de libre creación, que llegó a su fin con la invasión soviética de Checoslovaquia en el año 1968, pero también en la que el cine basado en la política daba paso a otro cine enfocado en la estética, y en la que innovadores directores como Juraj Jakubisko comenzaban a crear en coproducciones con Europa Occidental, especialmente con socios franceses e italianos. De este período de prosperidad, el espectador de MUCES tendrá la oportunidad de ver dos películas del año 1962, El boxeador y la muerte (Boxer a smrť), de Peter Solan y The Sun in a Net (Slnko v sieti) de Štefan Uher, además de Birdies, Orphans and Fools (Vtáčkovia, siroty a blázni) de Juraj Jakubisko: una comedia surrealista de 1969 que por momentos, y según algunos críticos, recuerda a la lucidez de Godard en Al final de la escapada y que asegura que sólo la locura es una garantía contra la tristeza.
Desde 1969 a 1989, en el llamado “periodo de normalización”, y a pesar de la censura de algunos años, la producción eslovaca aumentó. Por otro lado, las carreras de muchos creadores tocaron a su fin, otros eligieron el exilio y dos de las películas más destacadas de la época fueron inmediatamente prohibidas. Una de ellas, Oso de Plata a la mejor dirección en Berlín 1988, I Love, You Love (Ja milujem, ty miluješ, 1980), y dirigida por uno de los máximos exponentes del cine eslovaco, Dušan Hanák, se podrá ver en la Muestra. También A Path Across the Danube (Chodník cez Dunaj), de Miroslav Luther, conocido también por Forget Mozart, que trata sobre una huida de dos jóvenes cuando es fundado el estado de Eslovaquia.
El mercado libre surgido después de la caída del comunismo y la creación de la República Eslovaca independiente en 1993 desembocó en un rápido descenso en la producción, y sólo el director y documentalista Martin Šulík consiguió el reconocimiento internacional con sus obras, siendo un buen ejemplo de colaboración checo-eslovaca. De él MUCES proyectará Everything I Love (Všetko čo mám rád, 1992).
Las películas eslovacas más recientes en “Lo nunca visto” y “Cine documental”
De la producción eslovaca de los últimos años cabe señalar el documental de Juraj Lehotský, cuyo productor fue Marko Škop, sobre las relaciones amorosas entre invidentes: Amores ciegos (Slepé lásky, 2008), avalado por múltiples premios, que se podrá ver en “Lo nunca visto”. También en esta característica sección de MUCES se podrá disfrutar de la premiadísima Soul at Peace (Pokoj v dusi, 2009), de Vladimír Balko, la cuarta película más vista tras la independencia del país, que relata los esfuerzos de un hombre con antecedentes penales para comenzar una vida normal; y de una de las cintas eslovacas más recientes: Desvío en el camino hacia la perfecta ilusión (Detour on the Path to Perfect Illusion, 2016), de Róbert Fil’o, que narra la historia de una mujer que trata de reconstruir su relación con el mundo en una sociedad no siempre amable.
En el destacado cine documental eslovaco también se encuentran joyas como la segunda película que rodó Dušan Hanák, Paper Heads (Papierové hlavy, 1995), en la que se aborda la relación entre el Ciudadano y el Poder, y que le hizo merecedor de la Aguja de Oro en el Festival de Cine de San Francisco en 1997. “Quien salva una vida, salva el mundo” reza la frase del anillo de Nicholas Winton, el hombre que salvó a 669 niños judíos de una muerte segura en un campo de concentración de la Alemania nazi en 1939. Nicholas Winton-The Power of Good, de Matej Mináč, Premio Emmy en 2002, también se podrá ver en la Muestra.
Los más asombrosos cortos de animación para adultos y una legendaria película para niños
La cinematografía eslovaca ha destacado también por las películas de animación, y MUCES ha querido mostrar la originalidad y potencia de sus filmes con un compendio de seis asombrosos cortos para adultos realizados por los maestros de la animación eslovaca, y premiados en diferentes festivales, que reflexionan sobre la intolerancia, el miedo, la resiliencia, la imaginación, la vida de un hombre dentro de una caja o la historia de un bebé y un elefante: “En la caja” (1999), de Michal Struss; “Gemelos” (2011), de Peter Budinský; “Nina” (2014), de Verónica Obertová & Micaela Čopíková; “Pandas” (2013), de Matúš Vizár; “¿Quién está ahí?”, de Vanda Raýmanová y “Si no, pues no” (1997), de Vladimír Král.
La sección “Niños al Cine” contará, además, con Jurko el bandido (Zbojník Jurko), el primer largometraje de animación (1976) del director Víktor Kubal, que narra las aventuras de Jurko Jánošík, un famoso bandido eslovaco cuyas andanzas, convertidas en “leyenda”, han dado pie a numerosos libros y películas. Toda una leyenda basada en una realidad histórica, reflejo de diferentes pautas culturales: en este caso, el que roba a los ricos para dárselo a los pobres.
Actividades paralelas unidas al arte y la enología
Asimismo, se podrá visitar en La Alhóndiga, y hasta el 30 de noviembre, una muestra vinculada al país invitado: “La cinematografía eslovaca en imágenes”, una serie de 23 carteles que suponen un recorrido por la historia del cine eslovaco desde los años 60 hasta Eva Nová (2015), incluyendo los filmes que se podrán ver en MUCES.
Como es tradición en la Muestra, uniendo cine y gastronomía en un tándem de película, MUCES ofrecerá en su 11ª edición una cata de vinos eslovacos y segovianos (duelo de blancos), que correrá a cargo de Lucio del Campo, acompañada de una degustación de productos (sábado 19 a la 13.30h. en La Alhóndiga).